Nadal y Federer se lo pasan en grande
El mallorquín se impone a Roger Federer en tres ajustados sets sobre una pista con una mitad de tierra y otra de hierba El original duelo tuvo una puesta en escena espectacular que siguieron 7.000 espectadores.
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03/05/2007 JAUME PUJOL-GALCERAN
"Lo de menos será el resultado". Lo había dicho Rafael Nadal el día anterior pero, por si acaso, quien levantó el trofeo como vencedor de La batalla de las superficies fue el tenista manacorense, que se impuso a Roger Federer tras 2 horas y 24 minutos por 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10). Aunque no había nada en juego a los dos tenistas les costó rendirse y, especialmente en el tie break, se entregaron de forma especial. Federer dispuso incluso de dos match balls antes de que Nadal pudiera rematar la exhibición en el cuarto que dispuso a su favor para alegría de los 6.800 espectadores que ayer abarrotaron el Palma Arena de Palma de Mallorca.
El insólito desafío entre los dos mejores tenistas del mundo del momento acabó siendo un buen espectáculo, aunque el propio Nadal aseguró que mientras bajaba de lo alto de las gradas a la pista para jugar el partido llegó a pensar que "sería un desastre". Tenía sus razones. La mitad de la pista de hierba había sido cambiada durante la noche anterior porque la primera se había estropeado por un hongo. Además a Nadal le preocupaba adaptarse a los cambios de tierra a hierba. "Lo peor ha sido tener que cambiar las zapatillas", dijo el manacorense, al que Federer debía esperar en cada cambio porque necesitaba más tiempo para colocarse sus plantillas especiales. "Yo era más rápido y le ponía presión", bromeó el suizo.
Inicio frío
El mallorquín se impone a Roger Federer en tres ajustados sets sobre una pista con una mitad de tierra y otra de hierba El original duelo tuvo una puesta en escena espectacular que siguieron 7.000 espectadores.
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03/05/2007 JAUME PUJOL-GALCERAN
"Lo de menos será el resultado". Lo había dicho Rafael Nadal el día anterior pero, por si acaso, quien levantó el trofeo como vencedor de La batalla de las superficies fue el tenista manacorense, que se impuso a Roger Federer tras 2 horas y 24 minutos por 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10). Aunque no había nada en juego a los dos tenistas les costó rendirse y, especialmente en el tie break, se entregaron de forma especial. Federer dispuso incluso de dos match balls antes de que Nadal pudiera rematar la exhibición en el cuarto que dispuso a su favor para alegría de los 6.800 espectadores que ayer abarrotaron el Palma Arena de Palma de Mallorca.
El insólito desafío entre los dos mejores tenistas del mundo del momento acabó siendo un buen espectáculo, aunque el propio Nadal aseguró que mientras bajaba de lo alto de las gradas a la pista para jugar el partido llegó a pensar que "sería un desastre". Tenía sus razones. La mitad de la pista de hierba había sido cambiada durante la noche anterior porque la primera se había estropeado por un hongo. Además a Nadal le preocupaba adaptarse a los cambios de tierra a hierba. "Lo peor ha sido tener que cambiar las zapatillas", dijo el manacorense, al que Federer debía esperar en cada cambio porque necesitaba más tiempo para colocarse sus plantillas especiales. "Yo era más rápido y le ponía presión", bromeó el suizo.
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