MEDICAS MARCHAN HASTA EL PALACIO






miércoles 23 de abril de 2008

DE MUJER A MUJER
Mujeres contramotines las esperan
Por Genris García
SANTO DOMINGO.- Mujeres agrupadas en el Colegio Médico Dominicano (CMD), marcharon este miércoles hasta el Palacio Nacional, dónde fueron recibidas por un contingente de mujeres contramotines de la Policía Nacional.
La marcha se inició en el Hospital de la Mujer, en la avenida Bolívar y terminó en la puerta lateral del Palacio Nacional que da a la avenida Doctor Delgado, bajo las consignas “ni un chele más, ni un chele menos, RD$60 mil es lo que queremos…”.
En esta ocasión no hubo agua maloliente, ni macanazos, por el contrario compartieron gaseosas (refrescos), bromas y calores.
Las féminas de blanco tuvieron mejor suerte que su aguerrido presidente Waldo Ariel Suero, pues fueron recibidas por el asesor médico del Poder Ejecutivo, Alberto Fiallo, quien las esperó en su despacho con agua fría, jugos y hasta unas tacitas de aromático café.
Suero intentó penetrar a la casa de gobierno, pero la Guardia Presidencial le puso un alto, ya que en la sede presidencial sólo esperaban médicas, no médicos.
El pequeño presidente del Colegio Médico no tuvo más remedio que “buscar una sombrita” para esperar los resultados del encuentro de sus colegas con el delegado gubernamental.
La misma suerte corrieron los hombres del Campamento Duarte de la Policía, ellos fueron enviados a cubrir la retaguardia, mientras sus colegas mujeres tendían un “cordón humano” a los pies de la estatua de Benito Juárez, el mismo hombre que se inmortalizó con la frase “el respeto al derecho ajeno es la paz”.
No sólo llevaron las cascos negros, también una veintena de policías auxiliares (azulitas) con bastones para no dejar avanzar a las manifestantes en caso necesario.
Al mando de las mujeres médicas estaba su presidente, Ariel Suero, mientras al frente de un pelotón de policías “Cascos Negros” estaba la coronela Teresa Martínez Hernández.
Martínez Hernández, no sólo es oficial de Policía preparada para enfrentar revoltosos, también es abogada y sabe hasta dónde llegan sus derechos y deberes.
Cuando vio a sus iguales del Colegio Médico, aproximarse a la sede presidencial, lo primero que hizo fue formar a sus mujeres dónde muere la calle Pedro Henríquez Ureña y lo segundo quitar el cargador de su pistola.
¡Qué diferente a los hombres!
No gritó para dar órdenes y más bien parecía compartir con sus subalternas y con las médicas que protestaban.
El calor del mediodía era asfixiante, el sudor corría por sus frentes y la espina dorsal.
Macanas, bastones y escudos estaban en posición.
Una médica y la coronela Martínez Hernández compartían un litro de refresco rojo para apaciguar el calor. Cuando la médica se acercó a una chica policía sudada como una potra con un vaso de refresco fue detenida por la voz de un oficial varón. “alistada no se tome eso”, pero a seguida recibió la orden afirmativa de la coronela. !Tómeselo!.
Del otro lado, varias médicas auxiliaban a una compañera residente de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, afectada por un “mareo” lo que obligó a sus colegas a trasladarla al centro de salud del que salió a protestar.
Desde la sombrita Waldo Ariel Suero hacía uso del único lenguaje que parece hablar. “volveremos a paralizar los hospitales mañana…”, al tiempo que restaba importancia a que le impidieran entrar al Palacio Nacional.
Publicado por Genris García en 03:11 PM

Comentarios