Hablan los periodistas de Telemicro en Haití: Tony Pichardo



Hablan los periodistas de Telemicro en Haití: Tony Pichardo





¿Dónde estaba Dios a esa hora?, pregunta Tony Pichardo.


SANTO DOMINGO.-Tony Pichardo, otro periodista de Telemicro que estuvo en Haití, que estuvo en Haití, pronunció una frase que me recordó uno de los personajes haitianos más emblemáticos que conocí a través del documental The Agronomist, Jean Dominique: “no me extrañaría, que a fines de febrero, la gente tome las calles y todavía con su herida abierta salga a bailar con su máscara y tambores a celebrar el carnaval”.
Ese es el Haití que muchos desconocen. Desde cualquier punto de vista enlazado a lo mágico y misterioso, y el cual no se puede conocer ni entender con simplemente aterrizar después que ocurrió el devastador terremoto. Y a raíz de contar cadáveres, de ver pobres y miserables desesperados por el curso de la tragedia, de olfatear ese fétido e inconmensurable olor a muerte, a carne que se ha ido al más allá.
A Haití había que conocerlo y sentirlo antes. Había que haberlo visitado antes del devastador terremoto que hasta el Palacio de Puerto Príncipe devastara.
Y nos consta que el productor de Zona 5, Tony Pichardo, conocía ese otro Haití, a través de viajes, de contactos, de investigaciones, de tener amigos de ese pueblo tan sufrido, donde inclusive semanas antes del terremoto había estado allí.
A ese otro espíritu, del cual muchos dominicanos estamos prejuiciados, unos con el componente histórico, otros por el componente de la real amenaza de tener que compartir la isla, y los demás por el natural prejuicio que albergamos todos los seres humanos ante lo que consideramos extraño y distinto, no se llega por los caminos conocidos.
La conversación sostenida con Pichardo nos arroja luces, nos deja la sensación de que otro Haití ha nacido al terremoto, de que la relación con ellos como pueblo será distinta. Inclusive nos da un dato revelador: que los muertos dominicanos por el terremoto fueron más de lo que se ha dicho, y habla de mujeres jóvenes, hermosas, blanquistas, que eran exclusivas para miembros de la Minustah.
A continuación la entrevista al periodista Tony Pichardo:
PREGUNTAS sobre su viaje a HAITI
P. ¿Cómo defines tu viaje a Haití?
R. En el libro que escribí hace unos años “Antes y después del fuego” (edición español-creole), un amigo que hizo el prólogo, dijo que “Haití es el país de los asombros”.
y en el tiempo que tengo viajando a Haití y conociendo personas haitianas de todas las clases sociales, pienso que ese pueblo tiene la capacidad para de una u otra forma asombrar al mundo, con su modo tan particularmente espiritual de ver y vivir la vida. Por ejemplo, a mi no me extrañaría para nada, que a final de febrero, la gente tome las calles y todavía con su herida abierta salga a bailar con sus máscaras y tambores a celebrar su carnaval y eso de este lado todavía no lo entendemos.
P. ¿Cuáles imágenes fueron las más fuertes que viste en Haití?
R. El palacio derrumbado. Creo incluso que fue la imagen que conmovió al mundo. Claro más allá de los muertos y la tragedia humana como tal. Hace unos meses estuve poco más de dos semanas haciendo una serie de reportajes para el programa que trabajo (Zona 5) y estuve en ese lugar, por ello ahora fue la imagen que más me impactó. Es como el derrumbe del poder y del Estado mismo.
P. ¿Qué piensa un periodista cuando está frente a un acontecimiento de esa magnitud?
R. Que donde estaba Dios a esa hora.
¿Dormiste bien la primera noche después de haber estado en Haití?
R. Sí, claro, pero después de varios tragos de ron. Uno nunca está preparado para estas cosas.
P. ¿En el tiempo que estuviste allá la ayuda internacional estaba fluyendo?
R. Llegué al aeropuerto el jueves 14, es decir dos días después de la catástrofe y la parte que más en principio me dejó chocado fue que todo estaba concentrado en el aeropuerto.
La medicina, los alimentos, los socorristas y sus perros, todo. Pero cuando te adentraba a la ciudad la gente estaba sola haciendo lo posible por sacar a sus familiares y amigos que todavía se escuchaban gritar bajo los escombros. Pienso que si se hubiese articulado la ayuda con más tiempo, mucha gente estuviera viva. Por suerte eso cambió unos días después.
P. ¿Qué siente al ver un cadáver si viste alguno?
R. No soy muy periodista para ver muerto. Por ejemplo, nunca me paro en una carretera a ver qué pasó en un accidente. Pero, en Haití era imposible no verlos porque caminaba prácticamente sobre cadáveres. Pero, más que la imagen, para mí lo más terrible fue el olor. Por eso hubo uno de nuestros reportajes que lo titulamos “Puerto Príncipe huele a cadáveres”.
P. ¿Qué viste en el rostro de los haitianos? ¿Cómo crees que reaccionaron ante el dolor?
R. Dolor e impotencia, pero no era el dolor y la impotencia del terremoto. Era el dolor y la impotencia de muchos años. Era la acumulación del dolor que duele sobre el dolor., Espero se entienda.
P. ¿Cambia la forma de ver la vida después de ver una tragedia de la magnitud de Haití?
R. Creo que más que la forma de ver la vida, a los dominicanos le ha cambiado un poco la forma de ver a Haití. Muchos hemos volteado la cara y nos hemos dado cuenta que Haití esta ahí al doblar y que incluso, más aún, que en Haití hay cientos de dominicanos y dominicanas que trabajan en Haití. Que hay muchas dominicanas, jovencitas, blanquitas y bonitas que se ganan la vida en prostíbulos de Petion Ville, que son exclusivos para los miembros de la MINUSTAH y otros funcionarios de Naciones Unidas y el Cuerpo Diplomático acreditado en ese país.
P. Hay una imagen, una escena que puedes calificar como la más dolorosa e impactante
R. Los gritos de personas atrapadas bajo un edificio y la gente alrededor sin ni siquiera un pico o una pala para ayudar. Si te pones en el lugar de esos seres humanos muriendo despacio…duele, y mucho.
¿Se piensa en Dios cuando se observa tanto dolor y tragedia?
R. Ya te dije, pensé: ¿dónde estaba cuando permitió que pasara esto? Pensé si ya no era bastante.
P. ¿Qué ibas pensando cuando entrabas a Haití?
En como contar de forma diferente la historia de la tragedia haitiana. Tenía claro también que quería mostrar como era Puerto Príncipe antes y después del terremoto, porque como te dije hace unos meses estuve allí y tenia todavía aquellas imágenes muy frescas.
P. ¿Qué ibas pensando cuando salías de Haití
R. Lo doloroso que haya tenido que pasar esta desgracia, que haya tenido que morir tanta gente, para que el mundo mirara ese país, incluyendo a los países que robaron todas sus riquezas.
P. ¿Se siente un respiro dejar atrás el desastre o se siente más pena saber que se deja tantas personas con dolor?
R. Si tienes un mínimo de sensibilidad no puede sentir ningún respiro, sientes agobio, sabes que falta mucho tiempo para que las cosas se estabilicen. Tengo algunos amigos haitianos alojados en casa y a casi un mes del sismo, se paran de pronto o se levantan en las noches porque sienten que la tierra está temblando. Entonces lo que quiero decir es, que la estabilidad también es emocional y falta mucho para eso.
P. ¿Qué sentimientos afloran cuando se ve el dolor de los demás de manera tan cerca?
R. Piensas que el mundo no es redondo como te lo han contado. Piensas que tiene grandes picos que lo hacen desigual.
P. ¿Es difícil contar una historia para la televisión o hacer un reportaje con un tema de tanto dolor?
R. Es muy difícil, pero alguien tiene que hacerlo. Si logras hacerlo de la forma más digna te duele menos. Sientes que en medio del dolor y la muerte hiciste algo. Todavía no se si esto es cierto, a veces pienso que uno solo lo hace como ajuste psicológico para sentirte menos mal.
P. ¿Si tuvieras que ir de nuevo a Haití, cómo te sentirías?
R. Siempre querré volver a Haití, he pasado muy buenos momentos allí. Es un pueblo que me convoca… en las buenas y en las malas.

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