Wao, tengo la noticia del día": Wilkin de la Cruz



Wilkin de la Cruz, reportero de Telemicro, también estuvo en Haití, epicentro de una de las tragedias más grandes que ha sufrido Latinoamérica.Fue de los primeros que aterrizò en aquella zona de inimaginable desastre. De la conversación con él se desprende algo de inmediato y que no deja dudas: tiene esa pasión por la búsqueda de la información que hace falta a tantos reporteros.

Y la pasión es la materia esencial para que se fabriquen los grandes reporteros. Una frase define lo que fue el quehacer de Wilkin de la Cruz en medio de la tragedia en Haitì: “wao, tengo la noticia del día” fue lo primero que pensó cuando estuvo del frente del dolor. Y lo confiesa como un niño, con esa inocencia y espontaneidad tan necesarias a la hora de querer buscar historias y contarlas al televidente.
Esa frase define su ejercicio periodístico. Pero también en medio de la contemplación con el dolor, surge también, por qué no decirlo, el poeta y el filosòfo que todos albergamos y que sale por chispazos en determinados momentos: “ante la tragedia me di cuenta de que la vida es una llama sencilla que se apaga con cualquier brisita”. Llama tambièn la confesiòn de su temor a la muerte, porque no tenìa hijos.
Es, en definitiva, el ser humano, pero sobre todo es el profesional con conciencia de su oficio que predomina cuando el periodista de la Cruz afirma; “tenìa que lograr sacar làgrimas de los televidentes”. (Eloy Tejera Sánchez)
¿Cómo defines tu viaje a Haíti?
Diríamos que ha sido la experiencia más impactante que he tenido tanto en el aspecto profesional como en mi vida personal. Nunca pude imaginar que la tragedia y el dolor pueden tocar tan de cerca de millares de seres humanos, por demás muy pobres.
¿Cuáles imágenes fueron las más fuertes que viste en Haití?
Las de niños y niñas tratando de sobrevivir en momentos en que muchas habían perdido toda su familia y no tenían el más mínimo conocimiento de lo que estaba pasando a su alrededor.
¿Dormiste bien la primera noche después de haber estado en Haití?
Bueno, parece mentira pero a la hora de dormir estaba tan cansado y con la responsabilidad de seguir en el trabajo que en realidad no pensé mucho en lo vivido durante el día.
¿Qué piensa un periodista cuando está frente a un acontecimiento de esa magnitud?
Aunque parezca fuerte pero lo primero que pasó por a mi mente al llegar a Haití fue Wao… tengo la noticia del día y comencé a pensar cómo poner todo mi empeño para ofrecer a los televidentes un trabajo tan profundo que sacara lágrimas.
En el tiempo que estuviste allá, ¿la ayuda internacional estaba fluyendo?
Durante el primer día no hubo manera de que la ayuda internacional fluyera. Los dominicanos por la cercanía de ambos países fuimos los primeros en ofrecer apoyo a los afectados haitianos. De hecho ese primer día sólo estaba la prensa internacional y os dominicanos reaccionamos indignados por informaciones de periodistas internacionales que daban cuenta de que República Dominicana no había ofrecido ayuda.
¿Qué siente al ver un cadáver si viste alguno?
Los cadáveres sólo impactaron a primera vista. Luego fue algo normal ver fallecidos en cualquier calle de Puerto Príncipe.
¿Qué viste en el rostro de los haitianos? ¿Cómo crees que reaccionaron ante el dolor?
El primer día la mayoría de los haitianos andaban como zombies por las calles de Haití. Deambulaban de un lugar a otro como sin rumbo. Quizás por el impacto de la tragedia o por haber salvado sus vidas, Muchos sólo atinaban a buscar auxilio.
¿Cambia la forma de ver la vida después de ver una tragedia de la magnitud de Haiti?
Sí porque al ver la magnitud de la tragedia se llega a la conclusión de que la vida es una llama sencilla que apaga con cualquier brisita.
¿Hay una imagen, una escena que puedes calificar como la más dolorosa e impactante?
La de un hospital infantil que funciona al lado de la Embajada Dominicana en Haití donde según algunos entrevistados más de cien infantes quedaron sepultados vivos debido al terremoto.
¿Se piensa en Dios cuando se observa tanta dolor y tragedia?
Se piensa en Dios, en tus padres, hermanos, primos, sobrinos, amigos y todos los allegados.
¿Què ibas pensando cuando entrabas a Haitì?
Nada parecido a lo que observé cuando llegué a los lugares afectados por el terremoto. Pensaba que iba a dar cobertura a una tragedia más pero nunca de la magnitud de lo observado.
¿Què ibas pensando cuando salìas de Haitì?
Como debía contar la historia a los televidentes. Mi idea seguía siendo la de narrar una noticia que sacara lágrimas de los televidentes.
¿Se siente un respiro dejar atrás el desastre o se siente más pena saber que se deja tantas personas con dolor?
Se siente mucha pena por los afectados que aún sobreviven pero más que ese se siente un gran temor a la muerte, sobretodo en mi caso que aún no tengo hijos.
¿Qué sentimientos afloran cuando se ve el dolor de los demás de manera tan cerca?
Uno termina por identificarse con los afectados.
¿Se puede ser imparcial ante el dolor?
Todos somos parciales. La imparcialidad no existe. Lo que sí debemos se siempre es objetivo y apegarnos a la verdad.
¿Es difícil contar una historia para la televisión o hacer un reportaje con un tema de tanto dolor?
No. Por el contrario en ese momento aumenta la adrenalina y el deseo de que tu historia sea publicada.
Si tuvieras que ir de nuevo a Haitì, cómo te sentirìas?
Normal porque ya no tendría el mismo impacto debido a que nunca había visto tanto dolor. En realidad después de la tragedia he ido otras veces a hacer reportajes y la vida ya retoma su habitualidad.

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