Los internos penitenciarios enfermos que serán tomados en cuenta serán aquellos que padezcan enfermedades terminales en los casos de cáncer, VIH-SIDA, así como los enfermos mentales y los que padezcan enfermedades de transmisión sexual.
La reunión estuvo encabezada por el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña; el coordinador del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, Roberto Santana, y el director de Prisiones, Manuel de Jesús Pérez Sánchez. Dentro de las medidas de privación de libertad que serán aplicadas a los internos está la prisión domiciliaria.
Las autoridades también acordaron realizar una depuración previa de la situación procesal de los internos para la ejecución de las órdenes de libertad.
En la actividad, realizada en la sede de la Procuraduría General de la República, además participaron, procuradores generales adjuntos, procuradores generales de cortes de apelación, fiscales y directores generales.
Recientemente, la Comisión de los Derechos Humanos sugirió a las autoridades enviar a sus casas a los presidiarios que padecen enfermedades terminales, los cuales se calculan en más de 100, llamado que fue acogido por la Iglesia Católica
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