Dominicano acusado de ejecutar a cinco chinos en Panamá, involucra un capitán y alistado de la Policía


CIUDAD DE PANAMA.- Luego de acordar la extradición voluntaria, Fermín Antonio Tavares Ramírez, el segundo presunto asesino de los cinco jóvenes asiáticos en La Chorrera, al Aeropuerto Internacional de Tocumen en un vuelo procedente de República Dominicana.

El detenido arriba desde el Caribe, pasa a custodia de la Policía Nacional y el Ministerio Público de Panamá, cuyo caso lo lleva el fiscal Dimas Guevara.

El presunto sicario, tildado de "Matachinos", denunció que dos policías, entre ellos, un capitán, están involucrados en este secuestro y crimen.

Tavares Ramírez manifestó que este caso se destapó porque Alcibiades Méndez (el otro aprendido dominicano) se quedó con la mayoría del botín producto del rescate que había pagado los familiares de los chinitos, y esto provocó que las unidades policiales lo delataran.

Tavares Ramírez fue apresado por la Policía de República Dominicana la tarde del jueves 17 de noviembre, mediante un operativo de seguimiento.

Alcibíades Méndez, quien está encarcelado, en foto de archivo

Se realizó cirugías en las manos para borrar las huellas dactilares, además se cambió el color del cabello de negro a fulo.

Para evadir la persecución policial, se sumergió dentro de un tanque lleno de agua.

El domingo, las autoridades panameñas se trasladaron al país caribeño.

Los crímenes cometidos en el mes de septiembre, donde los dos dominicanos sepultaron los cadáveres debajo del piso de una vivienda que tenían alquilada en el sector El Trapichito de La Chorrera, consternó a la comunidad china y panameña, que realizó una gran marcha por la paz.

Historia del quíntuple asesinato

El 22 de septiembre de 2011, a las 8:40 a.m., el dominicano Alcibiades Méndez confesó a la Fiscalía cómo asesinó a uno de los tres jóvenes chorreranos y los momentos agonizantes que les hicieron vivir.

A su cómplice Fermín Antonio Taveras o/y Ángel Betancourt, lo acusa de planificar todos los secuestros y homicidios. Fueron cinco jóvenes chino-panameños: Yesenia Lou Kam (18 años), Young Wu Ken (27); Sammy Zenq Chen (19); Yoel Liu Wung (19) y Georgina Lee Chen (18).

Méndez, en la ampliación de la indagatoria por los crímenes, describió cómo Taveras, a quien llama “Ángel”, planificaba cada secuestro, el cobro de los rescates, las llamadas y los asesinatos de las víctimas.

Con una pistola calibre 25 ultimaron a una de las víctimas; en otro caso fue con un arma blanca. Los jóvenes eran mantenidos en un hoyo, esposados y con cinta adhesiva en la boca.

Arrepentido

Méndez, el día de su confesión, dijo: “Yo quiero pedirle a todo el pueblo panameño el mayor perdón que se le puede pedir a una Nación, me siento muy arrepentido por todo lo que he hecho, aunque sé que con el arrepentimiento no voy a devolverle sus familiares a esas familias chinas”.

De compras

Alcibiades Méndez, detenido en Panamá, aparentemente tenía todo planificado. Ya había arreglado su estatus migratorio con el dinero cobrado por el plagio del joven Young Wu Ken, perpetrado en el 2010. Compró un boleto aéreo con ruta a República Dominicana para el 16 de diciembre de ese año.

Con el dinero producto del secuestro, Méndez hizo compras en diferentes locales comerciales de El Dorado y Albrook Mall, en Panamá, donde pagó por electrodomésticos y ropa.

En República Dominicana adquirió un apartamento para su madre por 600 dólares el alquiler y compró un auto Toyota Camrey, del año ‘96, por el cual pagó 3 mil dólares.

“Estando en ese tiempo en República Dominicana, no me acuerdo bien, pero el señor Ángel me contactó dos meses después en Dominicana. Entre las conversaciones señalaba cómo todo estaba de tranquila la situación en Panamá”, señaló Méndez.

El dinero ya se había acabado y Méndez tenía que pagar las pensiones de sus hijos y mandarle a su madre la mensualidad para el apartamento.

Fue en enero de este año cuando Ángel supuestamente instó a Méndez a comprar un local en La Peatonal de La Chorrera, en 2 mil dólares, cerca de los comercios de las que fueron sus víctimas.

El plan

Reunidos, entre cervezas, según lo declarado por Méndez, se planeó conseguir una nueva víctima.

“Yo, sin pensarlo dos veces, le dije que sí. Me dijo que al día siguiente hablaríamos en la noche”, confesó Méndez.

El nuevo secuestro había sido planificado en una reunión de 2 horas. Analizaron la situación dentro del local de celulares y llegaron a la conclusión de que un buen candidato sería “Samy, el hijo de Toño, del NOVERAMA” (Sammy Zenq Chen)”, de 19 años.

Iniciaron una investigación contra la víctima. Registraban la hora de salida, hora de llegada, lugares adonde iba, las horas de salidas de esos lugares, las salidas de los fines de semana, el retorno de los esos lugares.

El primer seguimiento que se hizo a Samy fue a la universidad donde estudiaba hasta pasadas las 9:00 de la mañana, ya que ese día habían 3 guardias de seguridad que rondaban el carro donde estaba Alcibiades Méndez y Ángel.

Al ver que era infructuoso hacer en la universidad el secuestro, planificaron que el mejor lugar para hacerlo era en la entrada de la puerta de la casa de Samy.

“La idea era que cuando él bajara, yo abriera la puerta de mi carro, lo saludaba, y cuando él se parase a hablar conmigo, Ángel bajaba de su carro, lo saludaba y lo sometía. El asiático llegó a las 4 p.m., subió a su casa, y mientras estuvimos esperándolo, alguien nos llamó a la Policía y llegaron los Linces, entre estos un teniente”, narró Méndez a la Fiscalía Auxiliar.

Ese fue el primer contacto con los policías a los que hace alusión Ángel o Taveras.

El secuestrador dijo no acordarse de la fecha, pero fue un miércoles a las 4:30 de la madrugada, en la salida de la carretera Panamericana, a la altura del Hotel Oasis, que conecta con la autopista. Una vez que cogiera la autopista, se chocaría el carro por la parte de atrás, “un golpe pequeño”, así fue como pudieron interceptar a los tres jóvenes: Sammy, Gina (Georgina Lee Chen) y Joel Yoel Liu Wung.

El secuestro

A las tres de la madrugada del día siguiente de la planificación de las privaciones de libertad, Taveras tenía dos pistolas pelex, 4 esposas. Salieron en el carro de Méndez mientras que el automóvil de Taveras quedó estacionado en la casa de Méndez.

Méndez persiguió a su víctima (Samy) en el carro, a 300 metros de la autopista, lo chocó. El jovencito no iba solo.

“Samy” paró, abrió la puerta de su vehículo y salió a relucir una de las pistolas. Mientras la víctima forcejeaba, el dominicano plagiador hizo una detonación. Taveras había neutralizado a los otros dos acompañantes. Joel no opuso resistencia, ni Gina. Todos fueron esposados. Dentro del vehículo Méndez los apuntaba con el arma, les pusieron “tape” en la boca y en los ojos. Ingresaron a la autopista rumbo a La Chorrera, a la casa alquilada en El Trapichito.

En El Trapichito

Al llegar a la casa, a las víctimas las metieron en un hueco que ya habían hecho entre los dos (Ángel y Méndez); se procedió a hacerle las grabaciones, a pedirles sus celulares, número de familiares, número fijo y luego taparon el hueco con un playwood.

“Samy” era el único que no estaba bien. Se veía inquieto, pero comenzó a hacer ruido con la nariz. Méndez lo “puyó” con un cuchillo de cocina en la pierna izquierda. El joven se tiró al suelo. Una hemorragia en pocas horas hizo que perdiera la vida frente a Gina y Joel.

Ángel y Méndez buscaron las estrategias para recibir los dineros del plagio en parajes solitarios a la salida de La Chorrera.

Hubo traición en la repartición del dinero. Cobrarían alrededor de 160 mil dólares. Méndez sólo hizo entrega a Taveras de 70 mil.

De los 25 mil dólares que le tocó a Méndez, utilizaron dinero para poner las baldosas en la casa y para arreglar uno de los vehículos.

Méndez no dijo cómo fueron asesinadas las últimas dos víctimas.

Comentarios