Un líder calculador y hábil entre bastidores

BRASILIA.-Calculador y conciliador; parco y discreto; elegante e inquietante, son algunos de los adjetivos con los que normalmente se define al vicepresidente Michel Temer , que en las próximas horas reemplazaría a la presidenta Dilma Rousseff al mando de Brasil. En principio, por el período de hasta 180 días en que sería suspendida mientras dure el juicio político, y si fuera condenada, Temer quedaría al frente del Palacio del Planalto hasta el final de 2018.
Poco conocido por la población en general, Temer, 75, es sin embargo una figura tradicional del mundo político brasileño, en el que se ha destacado por operar siempre entre bastidores, moviendo los distintos hilos del poder. Por su aspecto formal y presencia de aires amenazantes en las mesas de negociación política se ha ganado desde hace años el apodo de “mayordomo de una película de terror”. Recientemente, el gobierno de Dilma ha preferido calificarlo de “traidor” y “golpista”.
Presidente desde 2001 del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la fuerza política más grande del país, fue invitado en 2010 por Luiz Inacio Lula da Silva a ser el compañero de fórmula de Dilma, su designada sucesora. El ex presidente (2003-2010) confiaba en que Temer, con su fama de gran articulador de las distintas corrientes “pemedebistas”, garantizaría la estabilidad del gobierno de su ahijada política.
Y así fue durante el primer mandato de Dilma, aunque ninguno confiaba realmente en el otro. Eso no impidió que compartieran fórmula de nuevo en 2014, pero la fría relación entre ellos se hizo evidente en agosto del año pasado, cuando, en medio de las primeras turbulencias políticas, Temer dijo que la grave situación del país requería “una persona con capacidad para reunificar el país”. En diciembre, dos días después de que el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (también del PMDB), aceptó el pedido de impeachment contra la jefa de Estado, Temer ya no escondió su enfrentamiento con Dilma: en una carta que hizo pública, se quejó de haber sido un “vice decorativo”. Fue la señal de un divorcio que luego se trasladaría, a fines de marzo, a la salida del PMDB de la coalición gobernante encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT).
Temer despertó la curiosidad de los brasileños el día de la asunción de Dilma, cuando llamó la atención por su bella -y tercera- esposa, la ex modelo Marcela Tedeschi, 43 años más joven que él, hija de un amigo suyo y la madre de su quinto hijo, Michelzinho, de siete años.
Temer, octavo hijo de una familia de origen libanés, nació el 23 de septiembre de 1940 en la pequeña ciudad paulista de Tietê. De chico soñaba con ser pianista y escritor, pero al final estudió Derecho en la Universidad de San Pablo. Sólo en los últimos años se permitió darse el gusto con la literatura y escribió el libro de poemas Anónima intimidad (2012), en el que hizo un homenaje a Jorge Luis Borges.
Afiliado al PMDB desde 1981, fue elegido fiscal general del estado de San Pablo. Fue secretario de Seguridad del estado de San Pablo en dos oportunidades, y, en su primer cargo electivo, en 1986, como diputado estatal suplente, llegó a formar parte de la Asamblea Constituyente de 1988. Ya elegido diputado titular en 1994 hasta 2010, gracias a su poder de conciliación ganó la presidencia de la Cámara de Diputados en dos oportunidades: 1997-2001 y 2009-2010. Estuvo involucrado en todos los grandes acuerdos legislativos, siempre detrás de escena, hasta que Lula le ofreció llevarlo a la vicepresidencia con Dilma, con impensables consecuencias.

Fuente.La Nación

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