COMI CORAZONES DE NIÑOS”
Johathan Paye-Layleh
BBC, Monrovia
Milton Blahyi, un temido ex comandante en la brutal guerra civil de Liberia, admitió haber participado en sacrificios humanos, como parte de ceremonias tradicionales que tenían por objetivo garantizar la victoria en las batallas.
Blahyi dijo que los sacrificios incluían "dar muerte a niños inocentes y sacarles los corazones, que se partían en pedazos para nosotros comérnoslos".
Hasta ahora había numerosos rumores de sacrificios humanos durante el conflicto, que tuvo lugar de 1979 a 1993, pero es la primera vez que alguien admite en público haber tomado parte en ellos.
Blahyi, de 37 años de edad, es conocido en Liberia como "el general Trasero Desnudo" porque combatía sin ropas para asustar al enemigo.
Ahora es pastor evangelista y prefiere usar el nombre de Joshua.
Él habló con la BBC, después de decirle a la Comisión de la Verdad de Liberia que sus fuerzas habían matado a más de 20.000 personas.
Sacerdote
Blahyi dijo que la primera vez que se vio expuesto a los sacrificios fue en 1982, cuando tenía 11 años de edad y fue elegido "sacerdote tradicional de mi tribu".También explicó que, cuando se desató una rebelión contra el presidente Samuel Doe, tuvo que irse a luchar a favor de éste porque pertenecían al mismo grupo étnico Krahn.
Blahyi combatió contra las milicias de Charles Taylor, quien en estos momentos enfrenta cargos por crímenes de guerra, en La Haya, Holanda.
Dice que, en su rol de sacerdote tradicional, persuadió a los "vacilantes" líderes políticos de su facción a hacer sacrificios humanos antes de entrar en combate.
"Me pidieron que hiciera los sacrificios en secreto, pero como algunos incluyen una ceremonia, mis chicos y yo los hacíamos en público", explicó.
"Trabajo de Satanás"
Blahyi no dijo dónde encontraban a los niños que tenían que matar.
Pero señaló que, en su opinión, confesar lo que hizo y pedir perdón puede ayudar a cerrar las heridas de su país.
"He estado esperando por una oportunidad para contar la verdadera historia de mi vida y cada vez que la cuento siento un gran alivio", dijo, mientras se bebía una botella de jugo de tomate en Monrovia, la capital.
Según él, dejó de luchar cuando Dios se le apareció -mientras combatía desnudo- y le dijo que él estaba haciendo el trabajo de Satanás.
"Vergüenza" (Ver + BBCMUNDO)

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