45 MIL POLICIAS Y SOLDADOS PROTEGERAN LA INV ESTIDURA DE BARACK OBAMA



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Un gran despliegue de seguridad en torno a Barack Obama en la víspera de su asceso al poder
WASHINGTON.- El Departamento de Seguridad Nacional ha desplegado unos 45,000 soldados y policías en Washington que protegerán la investidura del nuevo presidente Barack Obama, al tiempo que las autoridades de la ciudad han declarado la zona "libre de prostitución''.
Por un par de días el Distrito de Columbia albergará, posiblemente, cuatro veces más personas que su población regular, y tendrá más tropas y agentes de seguridad que los enviados a la guerra en Afganistán. El despliegue de seguridad comenzó el domingo.
El Departamento de Seguridad Nacional y sus 16 agencias policiales, así como el Buró Federal de Investigaciones (FBI), han intensificado su vigilancia de los grupos supremacistas blancos, que en meses recientes han intensificado su retórica racista.
Por otra parte, la policía del Distrito de Columbia --el nombre oficial de la capital-- ha colocado en las cercanías de la Calle 5 y la Calle 1, letreros en los que se lee: "Advertencia: Zona libre de prostitución''. Y no va sólo de palabra: la infracción conlleva una multa de $300 y posible estancia en la cárcel.
En Washington la prostitución es ilegal, pero no lo es que las personas "holgazaneen'' en algunas esquinas a la espera de clientes. Sin embargo, durante estos días está prohibido todo. Nadie podrá estar apostado en las zonas que suelen frecuentar para ese comercio.
Los trastornos para quienes viven en esta ciudad de 560,000 habitantes, así como para la gente que vive en Virginia y Maryland y trabaja en Washington, comenzaron ya el domingo por la mañana.
Las autoridades cerraron el tránsito de vehículos privados en los puentes sobre el río Potomac en las cercanías del Mall, el parque donde el domingo tuvo lugar un megaconcierto en homenaje al cambio de mando.
Mañana, Washington quedará prácticamente sellado ya que se cerrarán al tránsito los 10 puentes que unen el distrito de Columbia con Maryland y Virginia sobre los ríos Potomac y Anacostia, que estarán patrullados por lanchas armadas del Servicio Guardacostas.
Aunque las autoridades no han recibido amenazas que merezcan mucho crédito, la operación que dirige el Servicio Secreto incluirá 7,500 soldados regulares, 10,000 miembros de la Guardia Nacional y 25,000 policías llegados de diferentes estados.
La Policía Metropolitana colabora con 99 agencias policiales federales, estatales y locales, en tanto que el FBI tendrá 600 agentes en servicio, lo cual representa un incremento del 20 por ciento sobre la movilización que rodeó la investidura, hace cuatro años, del presidente George W. Bush.
El Ejército tiene en Fort Stewart, en el estado de Georgia, una brigada lista para la respuesta a un ataque químico o biológico y, si tal agresión ocurriese, en 48 horas volarán cientos de aviones y helicópteros con personal especializado a la región de Washington.
También los soldados que desfilarán o montarán guardia ceremonial en torno a la investidura están listos para cambiar sus uniformes por los de combate si se produjese una emergencia.
En toda la ciudad hay 94 cámaras de vigilancia, además de las permanentes en las estaciones del tren subterráneo, y las que se emplearán desde helicópteros, según la jefa de la Policía Metropolitana, Cathy Lanier.
La ceremonia frente al Capitolio donde el senador Barack Obama jurará mañana como 44to. presidente respetar y defender la Constitución de Estados Unidos --con la mano sobre la biblia que usó en ocasión similar Abraham Lincoln-- estará protegida por un enorme escudo transparente, formado por cuatro láminas de plástico irrompible que pesa casi cinco toneladas.
Una vez concluida la ceremonia, el ya presidente Obama recorrerá los 2,700 metros hasta la Casa Blanca por la Avenida Pensilvania --rodeada de estrados repletos de público y entre altos edificios-- en una limusina Cadillac construida sobre el chasis de un camión y blindada como un tanque de guerra con paneles de acero, aluminio, titanio y cerámicas.
El vehículo, que será parte de un convoy financiado por el presupuesto de $1,400 millones del Servicio Secreto --60 por ciento más que el presupuesto del 2001-- tiene puertas blindadas que pesan tanto como las de un avión de pasajeros, y cuenta con un sistema para apagar incendios, cámaras de visión nocturna, tubos que lanzan gases lacrimógenos y neumáticos reforzados con kevlar.

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