Hoy, 14 de junio, se cumple 51 años de la Gesta Histórica y heroica que emprendieron un grupo de jóvenes dominicanos, de expedicionarios que llegaron de Cuba, por las playas de Maimón y Estero Hondo y las montañas de Constanza, en el 1959.
El único propósito del grupo era ponerle fin a la larga dictadura trujillista y de materializar los sueños y utopías de Juan Pablo Duarte, de ver la República dominicana libre e independiente, convertida en una gran nación democrática, libre del oprobio y del escarnio.
Los expedicionarios del 59, la raza inmortal, todo el granado de jóvenes valerosos que entregaron sus vidas por su país, aunque muchos ignorantes, aprovechados e inútiles sociales, no lo valoren así, ni comprendan la dimensión de su sacrificio y legado, la realidad, la verdad histórica, es que estos jóvenes, pese al sadismo con que le quebraron sus huesos, así tan insolente y vulgar y toda la tortura y ofensa a la dignidad y condición humana en esos asqueantes campos de la base aérea de San Isidro, esas acciones cobardes no rebajaron su grandeza, al contrario, el esfuerzo y la entereza de estos grandes dominicanos nos proveyeron la suficiente fuerza para acabar con la dictadura y el hálito necesario para construir la democracia que hoy tenemos.
Loor a los jóvenes del 14 de junio, a los que murieron en combate por la libertad de la nación, a los que fueron vilmente masacrados y torturados en la base aérea de San Isidro y a los sobrevivientes: Al comandante Delio Ochoa, a Poncio Pou Saleta y a Mayobanex Vargas y a la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, por mantener vivo el ejemplo de estos patriotas.
El único propósito del grupo era ponerle fin a la larga dictadura trujillista y de materializar los sueños y utopías de Juan Pablo Duarte, de ver la República dominicana libre e independiente, convertida en una gran nación democrática, libre del oprobio y del escarnio.
Los expedicionarios del 59, la raza inmortal, todo el granado de jóvenes valerosos que entregaron sus vidas por su país, aunque muchos ignorantes, aprovechados e inútiles sociales, no lo valoren así, ni comprendan la dimensión de su sacrificio y legado, la realidad, la verdad histórica, es que estos jóvenes, pese al sadismo con que le quebraron sus huesos, así tan insolente y vulgar y toda la tortura y ofensa a la dignidad y condición humana en esos asqueantes campos de la base aérea de San Isidro, esas acciones cobardes no rebajaron su grandeza, al contrario, el esfuerzo y la entereza de estos grandes dominicanos nos proveyeron la suficiente fuerza para acabar con la dictadura y el hálito necesario para construir la democracia que hoy tenemos.
Loor a los jóvenes del 14 de junio, a los que murieron en combate por la libertad de la nación, a los que fueron vilmente masacrados y torturados en la base aérea de San Isidro y a los sobrevivientes: Al comandante Delio Ochoa, a Poncio Pou Saleta y a Mayobanex Vargas y a la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, por mantener vivo el ejemplo de estos patriotas.
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