Mubarak y su cinismo ilimitado


El Cairo - El presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunció ayer que ha decidido reemplazar al Gobierno actual por otro que asuma nuevas funciones.

Mubarak hizo el anuncio en un mensaje por televisión que pronunció a las 00.15 hora local (22.15 GMT de ayer), en su primera intervención desde las protestas contra su régimen que estallaron el pasado martes y se intensificaron hoy“He ordenado que renuncie el Gobierno y que sea formado mañana otro, para que adopte nuevas funciones”, afirmó Mubarak en su mensaje.

En su discurso, el gobernante, de 82 años, dijo que era consciente de las demandas de reformas políticas, sociales y económicas que han llevado a los ciudadanos a salir a la calle, pero insistió en la necesidad de mantener la seguridad bajo control.

“Hay una línea muy estrecha entre la libertad y el caos”, afirmó el presidente egipcio.

A pesar de que las protestas se han centrado en las últimas horas en pedir la renuncia de Mubarak, en el poder desde 1981, el gobernante egipcio no expresó ninguna intención de renunciar al poder.

“Soy consciente de las aspiraciones en favor de más democracia, el combate del desempleo, la lucha contra la pobreza y el combate de la corrupción”, afirmó Mubarak.

“Pero los objetivos que se buscan -añadió- no pueden ser logrados por la violencia, sino por el diálogo nacional y esfuerzos que unan a las partes”.

Hizo un llamamiento especial a los jóvenes “para trabajar por el interés de la gente”. “Incendiando los bienes no se puede satisfacer las aspiraciones de la gente”, añadió.

Mientras, Egipto vivía bajo un toque de queda y con el Ejército desplegado por las calles, como colofón de una jornada de protestas políticas que se extendieron por todo el país y que causaron cinco muertos y centenares de heridos.

El toque de queda, el primero que se conoce en la reciente historia del país, entró en vigor, hasta nuevo aviso, a las 18.00 hora local (16.00 GMT) y terminaría a las 07.00 hora local (07.00 GMT), con vigencia sólo al Gran Cairo y las ciudades de Alejandría y Suez.

El comunicado oficial en el que se dio a conocer esta medida de excepción explicó que “algunas provincias han sido escenario de acciones de violencia, infracciones a la ley, saqueo, incendio, destrucción y ataques a las propiedades públicas y privadas”.

Mubarak, en calidad de gobernador militar, emplazó también a las Fuerzas Armadas a colaborar con la Policía para “cumplir con esta resolución y mantener la seguridad”, según dijo el comunicado oficial.

De esta forma, a primeras horas de la noche, tanquetas del Ejército comenzaron a circular por las avenidas que transcurren junto al Nilo en El Cairo, donde los ciudadanos aclamaron al Ejército, un trato distinto al que durante todo el día recibió la policía.

Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, que estallaron el pasado martes al calor de las protestas de Túnez, se reanudaron ayer al mediodía cuando miles de ciudadanos salieron de las mezquitas tras la oración musulmana del viernes y ocuparon las calles exigiendo a Mubarak que renuncie.

Cortan comunicaciones

A primera hora de la mañana se cortaron las comunicaciones por teléfono y por internet, que han sido esenciales para articular las movilizaciones de los días previos, decenas de miles de egipcios salieron a la calle con el objetivo de conquistar la céntrica plaza de Tahrir, sitiada por la Policía.

Los enfrentamientos se fueron recrudeciendo a lo largo del día y la Policía bloqueó el paso de los manifestantes con gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma.

De hecho, tres personas murieron supuestamente por haber recibido disparos a corta distancia con balas de goma y otras 120 resultaron heridas, según informaron fuentes de los servicios de seguridad.

Se desconocen las circunstancias de la muerte de otras dos personas que, según la cadena qatarí Al Yazira, perecieron durante las protestas de la tarde y la noche de hoy.

Los enfrentamientos más violentos tuvieron lugar en el centro de la ciudad, donde los opositores a Mubarak quemaron contenedores de basura, neumáticos y varios coches hasta que obligaron a las fuerzas de seguridad a retirarse de la plaza de Tahrir.tir de ahora todo puede pasar”, subrayó.

Preocupado EE.UU.

Por otra parte, Estados Unidos ha decidido someter a revisión la ayuda que provee a Egipto, que asciende a $1,500 millones, tras los violentos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes, informó la Casa Blanca.

“Revisaremos nuestra posición con respecto a la ayuda basándonos en los acontecimientos que tendrán lugar en los próximos días”, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

En su rueda de prensa, Gibbs explicó que el presidente Barack Obama está siendo informado constantemente por sus asesores de Seguridad Nacional sobre los últimos acontecimientos.

Así, ha mantenido reuniones en la Sala de Crisis con el nuevo consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon, y la embajadora estadounidense en El Cairo, Margaret Scooby.

El presidente no ha hablado con el mandatario egipcio, Hosni Mubarak, si bien está en contacto con el Gobierno de Egipto a través de su embajada, afirmó Gibbs.




Mario Alegre Barrios

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