Pacquiao convence a Bradley yconvence



Con suficiente tenacidad y condición, el filipino Manny Pacquiao recobró el título welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) venciendo por decisión unánime a Tim Bradley la madrugada de este domigo en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada.
La decisión de los jueces fue 116-112, 116-112 y 118-110 para el Pacquiao (56-5-2, 38 nocauts), quien vengó su controversial derrota ante Bradley (31-1, 12 nocauts) el nueve de junio de 2012 en la misma sede.
“(Bradley) me lastimó al principio. Me dio aquí (señalando la barbilla). Pero escuché a mi esquina, trabaje con el ‘timing’ hasta que se fue el dolor”, admitió Pacquiao luego del triunfo.
“No se puede decir nada en contra de Manny. Es un gran peleador, uno de los mejores del mundo, campeón de ocho divisiones. Perdí ante el mejor peleador en el mundo.”, indicó Bradley.
“No quiero poner excusas. Manny hizo el trabajo. Pero sufrí una lesión en la pantorilla derecha, me lastimé los músculos, y ahí cambió todo. Estoy siendo honesto. Pero Manny peleó duro, tuvo una gran estrategia y me quito el sombrero ante todo su equipo de trabajo. ¿Saben qué? Perdí ante uno de los mejores peleadores del mundo”, agregó.
El primer capítulo fue un festival de fintas y golpes fallidos. Pacquiao lució sin explosividad en sus golpes y disminuida velocidad de manos. Bradley se llevó el asalto con su mayor ofensiva.
Manny pegó una buena zurda en recta a mitad de round dos. Bradley intentó remontar infructuosamente ante un Manny astuto pero con menos reflejos que antes.
Pacquiao repitió la izquierda en al inicio del tercero. Bradley respondió con ataque a los planos bajos.
El ritmo del combate cambió en el cuarto, cuando Bradley lastimó a Manny con una derecha. El filipino se tambaleó. Luego retrocedió apenas tirando.
Bradley continuó con la mano en el timón durante el asalto cinco. Pacquiao seguía retrocediendo y sin tirar. El estadounidense, sin embargo, no buscó el golpe de gracia y parecía indeciso entre ser el agresor o contra golpear.
Para el sexto episodio, Bradley pareció perderle el respeto a su rival. Lo invitó a pegarle contra las cuerdas. El filipino no tenía mucho en su ofensiva.
Bradley intentó la misma táctica en el séptimo. Se fue de espalda a las cuerdas y retó al filipino a acercarse y pegarle. Esta vez, el tiro le salió por la culata. Manny lo lastimó en dos ocasiones con rectos contra las cuerdas. Al estadounidense lo salvó la campana. Lucía aturdido cuando sonó. Fue el momento en el que la contienda comenzó a decidirse en favor del filipino.
Bradley no logró recuperarse del castigo en el séptimo y aún parecía lastimado en el octavo y en el noveno, round en el que Pacquiao lo volvió a resentir con una combinación liviana.
Ambos lucieron cansados en el décimo pero Pacquiao siguió en control. Abrió con dos buenos jabs de derecha y luego atinó la zurda directa ante un rival que continuaba torpe y aturdido, buscanso dar un barrecampo que cambiara su mala fortuna.
El golpe amenazó con llegar en el 11, cuando Bradley llegó con su diestra al comienzo. Pero luego retrocedió constantemente y buscó amarrar a su contrario. El ritmo de la pelea era lento y el público abucheó, algo pocas veces escuchado en una pelea de Pacquiao.
El filipino conectó una buena zurda en el primer minuto pero fue conservador el resto del camino. Un choque de testas le abrió una herida sobre su ceja izquierda y el combate terminó poco después.
“No sé qué es lo próximo. Eso depende de mi promotor, Bob Arum, pero hoy estoy muy feliz porque la victoria fue nuestra. Así que estoy realmente agradecido de Dios porque vine a pelear no a mi nombre si no en nombre de Jesús”, dijo Pacquiao.

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